domingo, 3 de febrero de 2013

CAPÍTULO 1.

Corría. No podía detenerme. Eran menos cinco y mi vuelo salía a en punto, por suerte ya había facturado las maletas. Todos mis compañeros ya estaban esperando en la fila, como no llegara a tiempo moriría. Mis padres me matarían, mejor dicho. Era el viaje de fin de curso e híbamos a ir a Londres. Debido a mis pésimos resultados escolares me había costado un ojo de la cara convencer a mis padres para que me dejaran ir. Al final accedieron, ya que les prometí que el resto del verano estudiaría, me esforzaría y sacaría todas las asignaturas en septiembre. Las sacaría con notables, o al menos, lo intentaría.
La verdad, es que ese último año había dejado un poco de lado los estudios; ya que estaba de moda lo de contestar a los profesores, pasar de hacer los deberes, suspender, fumar, etc. Que conste, que yo me había dejado influir por todo aquello menos por lo de fumar. Me repuganaba el tabaco.
Era una chica de estatura media, de unos 16 años que acababa de finalizar la ESO. Mi pelo era castaño, castaño claro, ondulado y lo dejaba caer sobre mis hombros. De labios finos y ojos color miel. Aunque algunos afirmaban haberlos visto verdes. Eso me hacía reír.
Al fin llegué, justo a tiempo, de hecho fui la última en pasar. Entré en el avión, busqué mi asiento y me acomodé al lado de mi mejor amiga, Ana.
-¡¿Dónde te habías metido?! ¡Ya pensé que no llegabas! No me imaginaría esta excursión sin ti...- exclamó sobresalada.
Reí, me hacía gracia la forma en la que hablaba cuando estaba preocupada. La quería muchísimo. Lo daría todo por ella, mi mejor amiga, la que siempre estuvo a mi lado. A parte de ser la mejor persona que te puedas echar a la cara también era muy guapa. Era morena con mechas rubias, sus mechas eran naturales. Siempre estaba bronceada, lo más curioso era que su bronceado también era natural. Sus ojos eran impresionantes: color miel al rededor de la pupila, luego pasaba a distintos tonos de verde, y por último tenía un contorno azul marino. Como ya dije, impresionantes. Tenía novio, Jaime. A mi ese chaval no me gustaba para ella, me parecía demasiado mujeriego y un tanto imbécil. Pero a Ana le gustaba y era feliz con él, así que no le daba importancia.
El viaje se me hizo corto, estuve hablando con Ana y con los compañeros que estaban en los asientos detrás nuestra. Todos me caían muy bien: Ana, Belén , Marcos, Peter, Lucía...solo había uno al que no soportaba, Diego. Era mi ex novio. En el tiempo que estuvimos juntos nos lo pasamos muy bien y nos queriamos mucho, hasta que un día le dio por liarse con una chica, por no decir otra cosa. Cortamos, pero según él yo le sigo gustando y no para de ''acosarme''. Realmente, es muy pesado.
Al fin habíamos llegado, bajamos del avión y pisé por primera vez suelo londinense.


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